Netflix ha cambiado, para bien o para mal, nuestra concepción del entretenimiento audiovisual en casa. La plataforma de Red Hastings fue pionera, en su momento, en permitir el alquiler de varias películas a través de una suscripción, un servicio que nació para luchar contra la piratería que estaba asolando a la cultura a principios de siglo, gracias a Internet. Netflix entendió que la red no era el problema, solo había que conseguir poner esa herramienta en buenas manos, con un proyecto sólido y que diese garantías a los clientes. Así es como millones de personas han dado su visto bueno a pagar por consumir series y películas en casa, por parte de la plataforma, que ya sea extendido a todo el mundo y que ha logrado también destacar por sus producciones propias.
De hecho, buena parte de los abonados a Netflix afirman que están satisfechos con lo que aportan a través de su suscripción porque saben que ese dinero se destina a crear contenido de calidad. Series originales, como House of Cards, La Casa de Papel, Stranger Things o Gambito de Dama han surgido gracias a la apuesta decidida de Netflix por este tipo de proyectos, buscando incluso cobijo a otros menos mainstream, pero sabiendo que podía ofrecer en su catálogo todo tipo de películas y series, para el gusto de cualquier espectador que simplemente quiera pasar un rato viendo algo divertido, o que busque algo más intenso. Entre estos últimos hay una serie que ha destacado por encima del resto entre la producción de Netflix. Se trata de la alemana Dark, una intrincada producción que mezcla el thriller psicológico con los viajes en el tiempo, los universos paralelos y el propio fin del mundo.
Dark: la serie
Dark nació casi de tapadillo, como el primer proyecto de producción enteramente alemana para la plataforma Netflix. Hasta ese momento, la mayoría de producciones originales de Netflix eran estadounidenses, y algunas pocas inglesas. Sin embargo, en el plan de expansión de la compañía se incluía también lanzar proyectos propios de los países donde llegaba, pudiendo convertirlos en éxitos a nivel internacional. Así ocurrió con Dark, una serie oscura y muy compleja que fascinó a todos por ser una especie de versión sesuda de Stranger Things. La primera temporada, emitida a finales de 2017, se convirtió en toda una revelación, dando mucho juego en Internet con teorías de todo tipo sobre lo extraño de la producción, sus historias personales, sus intrincadas tramas en tres momentos temporales y todo lo relacionado con los viajes en el tiempo, tal y como se desvelaba en los últimos episodios de esa primera tanda.
Viajar en el tiempo y sus consecuencia
La trama básica de Dark nos lleva a la ciudad alemana de Winder, donde cuatro familias diferentes se implican en la búsqueda de un niño que ha desaparecido. Sin saberlo, esas cuatro familias llevan décadas estando relacionadas con una conspiración espacio-temporal que podría derivar en el Fin del Mundo. A través de toda la serie se juega con el concepto de viajes en el tiempo, pero también con el concepto de viajes interdimensionales, a mundos paralelos, tal vez creados precisamente por las paradojas producidas por los viajes en el tiempo. Son conceptos que ya hemos visto en muchas otras producciones, pero jamás de una manera tan compleja y bien entrelazada como lo vemos en Dark.
Los agujeros de gusano en la serie
Los viajes en el tiempo se desarrollan en la serie de una manera muy específica, a través de agujeros de gusano, que son creados por diferentes medios que se encuentran en la propia ciudad. Algunos tienen que ver con la energía nuclear, otros sencillamente con portales que se han creado o descubierto en galerías subterráneas. Lo que se nos explica en Dark es que gracias a estos métodos, los habitantes de Winder lograron crear agujeros de gusano para viajar a través del tiempo. Estos agujeros son realmente túneles cuánticos que conectan el agujero negro, la entrada a ese viaje temporal, con el agujero blanco, la puerta de salida del proceso. Una máquina capaz de generar este tipo de sistemas permitiría, según la propia Teoría de la Relatividad, viajar a otros momentos en el tiempo, e incluso tal vez a otras dimensiones, siempre que, desde nuestro punto de vista, el futuro al que vayamos con este método ya no sería el nuestro, sino otro paralelo y creado en el momento del viaje.
El eterno retorno de Nietzsche
Friedrich Nietzche fue uno de los filósofos más importantes de la historia de Europa, ya que su pensamiento difería en gran parte del de los demás filósofos y pensadores, por tener cierto punto oscuro y pesimista. Nietzche desarrolló numerosas teorías para basar su obra filosófica, y una de las más recurrentes, no por casualidad, es la del Eterno Retorno, según la cual todos los acontecimientos pasados, presentes y futuros están condenados a repetirse un número infinito de veces. Esto nos llevaría a una concepción del tiempo circular, más que lineal, como el famoso Uróboros, la serpiente que se engulle su propia cola. La teoría de Nietzche ha sido estudiada por muchos otros filósofos y se tiene muy en cuenta en la serie, ya que sirve para explicar cómo los acontecimientos del pasado siempre vuelven a repetirse.
¿Vale la pena ver esta serie?
Dark es una serie muy compleja y sesuda, y al principio puede costar bastante cogerle el tranquillo, puesto que no estamos tan acostumbrados a un producto de semejante complejidad en la televisión actual. Sin embargo, es una serie muy recomendable, sobre todo si disfrutas con las películas de paradojas temporales y ciencia ficción. Se nota la influencia del cine actual, desde Nolan hasta Lynch, pasando también por series como Expediente X, de la que Dark toma mucho de su ambientación, o la propia Twin Peaks, que ya en su momento también dio mucho que hablar por sus surrealistas teorías. Es una serie muy interesante y además, ya está finalizada, habiéndose estrenado su tercera y última temporada durante este pasado verano.